01 -
Pon el horno a 220 grados y cubre una bandeja con papel para hornear.
02 -
En un bol grande bate la harina, el polvo para hornear y la sal hasta integrarlos bien.
03 -
Corta la mantequilla fría en la mezcla seca con un cortapastas o tenedor hasta que parezca migas gruesas.
04 -
Agrega el queso rallado y las hierbas y mezcla para que queden repartidos de forma pareja.
05 -
Vierte la leche poco a poco mientras remueves despacio hasta obtener una masa suave. No mezcles mucho para que queden hojaldrados.
06 -
Con una cuchara o una cuchara para helado pon porciones de masa en la bandeja lista. Hornea de 15 a 20 minutos o hasta que estén dorados.
07 -
Saca del horno y come tibio para que tenga mejor sabor y textura.