
Esta Ensalada de Pollo y Garbanzos Griega en bandeja combina sabores mediterráneos con la comodidad de cocinar en una sola bandeja para lograr una comida ligera pero satisfactoria. Los garbanzos crujientes y el pollo sazonado se mezclan perfectamente con vegetales frescos y hierbas, creando una ensalada vibrante tan nutritiva como deliciosa.
Inventé esta receta durante una semana muy ocupada cuando necesitaba algo saludable pero no quería pasar horas en la cocina. Ahora es mi cena favorita de verano cuando quiero algo ligero pero que llene y que no requiera atención constante.
Ingredientes
- Pechugas de pollo: la base proteica de este plato que absorbe maravillosamente todas las especias mediterráneas
- Garbanzos: se transforman en crujientes bocados de sabor en el horno mientras aportan proteína vegetal
- Pimentón ahumado: proporciona un sutil toque ahumado que realza toda la mezcla de especias
- Orégano seco: fundamental para el auténtico sabor griego tanto en la proteína como en el aderezo
- Hierbas frescas: eneldo y cilantro añaden frescura y complejidad que las hierbas secas simplemente no pueden igualar
- Rúcula y lechuga romana: crean el equilibrio perfecto de texturas picantes y crujientes
- Queso feta: añade cremosidad acidulada y ese toque griego esencial
Instrucciones paso a paso
- Prepara la mezcla de especias:
- Junta pimentón ahumado ajo en polvo comino orégano y sal en un tazón pequeño. Este condimento es la base de sabor tanto para el pollo como los garbanzos así que mézclalo bien.
- Sazona los garbanzos:
- Después de escurrir enjuagar y secar coloca los garbanzos en la mitad de tu bandeja con papel pergamino. Mézclalos con aceite de oliva y un tercio de tus especias asegurándote que todos queden cubiertos. Cuanto más secos estén más crujientes quedarán.
- Prepara el pollo:
- Pon los trozos de pechuga en la otra mitad de la bandeja. Rocía con aceite de oliva y espolvorea con el resto de las especias mezclando hasta que cada trozo esté completamente cubierto. Extiende en una capa uniforme para una cocción pareja.
- Hornea a la perfección:
- Mete la bandeja en el horno precalentado a 220°C por 20 a 25 minutos. A mitad de cocción dale una vuelta rápida para que se dore parejo. El pollo debe alcanzar 74°C internamente y los garbanzos deben quedar dorados y crujientes.
- Crea el aderezo:
- Mientras todo se hornea mezcla aceite de oliva vinagre de vino tinto zumo de limón orégano seco sal y mostaza Dijon hasta que esté bien integrado. Este aderezo fresco unirá todos los componentes.
- Prepara las verduras:
- Añade cebolla roja pepino pimiento y tomates directamente al aderezo dejando que se marinen levemente lo que suaviza su toque crudo y los infunde de sabor.
- Monta la ensalada:
- Justo antes de servir añade las hojas verdes y hierbas frescas a las verduras aderezadas. Mezcla suavemente para cubrir todo uniformemente sin magullar las hojas delicadas.
- Sirve inmediatamente:
- Reparte la ensalada aderezada en platos. Coloca encima el pollo y los garbanzos calientes y luego adorna con pepperoncini y queso feta para el toque final perfecto.

Los garbanzos crujientes son definitivamente mi parte favorita de esta receta. Mi hija en realidad los llama pequeñas pepitas de oro y se los roba directamente de la bandeja si no vigilo con cuidado. La primera vez que hice esta receta peleamos por quién se quedaba con los garbanzos extra.
Consejos para bandeja perfecta
La clave para unos garbanzos crujientes es asegurarse de que estén completamente secos antes de asarlos. Siempre los seco bien con toallas de papel o los dejo secar al aire durante 15 minutos antes de sazonarlos y asarlos. Sepáralos bien en la bandeja para máxima textura.
Prepáralo con anticipación
Puedes preparar todos los componentes por separado para montarlo fácilmente durante la semana. Guarda el pollo asado y los garbanzos en un recipiente hermético refrigerado hasta 4 días. Mantén el aderezo separado en un frasco y las verduras picadas en otro recipiente. Las hojas verdes deben guardarse con una toalla de papel para absorber el exceso de humedad. Monta justo antes de servir para el resultado más fresco.
Personaliza tu plato
Esta ensalada es increíblemente versátil y acepta muchas adiciones de inspiración mediterránea. Prueba a añadir aceitunas kalamata corazones de alcachofa marinados pimientos asados o incluso una cucharada de hummus. Para una versión más contundente añade quinoa cocida o pasta orzo como base. Durante el verano suelo añadir sandía en cubitos para un contraste dulce con los elementos salados.
Sugerencias para servir
Aunque deliciosa por sí sola esta ensalada combina perfectamente con pan de pita caliente o chips de pita para mojar. Para una comida más sustanciosa considera servirla junto a sopa griega de limón o como parte de un plato mezze mediterráneo con hummus tzatziki y hojas de parra rellenas. Los sabores brillantes también complementan mariscos a la parrilla si quieres añadir otra opción de proteína.

Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo preparar esta ensalada con anticipación?
¡Claro! Hornea el pollo y los garbanzos antes y guárdalos separados de las verduras y el aderezo. Corta las verduras pero mantén las hojas verdes aparte. Arma porciones individuales dentro de 2-3 días, añadiendo el aderezo justo antes de servir para mantener todo fresco.
- → ¿Qué puedo usar en lugar de garbanzos?
Alubias blancas, judías cannellini o incluso batatas asadas son buenas alternativas. Si prefieres granos, prueba con farro o quinoa horneados que aportarán una textura similar y buen valor nutricional al plato.
- → ¿Cómo logro garbanzos extra crujientes?
Para máxima textura, seca bien los garbanzos tras enjuagarlos, quita las pieles sueltas y asegúrate de distribuirlos en una sola capa. Un poco más de aceite ayuda, y no los apiñes. Cuanto más tiempo horneen, más crujientes quedarán.
- → ¿Puedo usar muslos de pollo en vez de pechugas?
¡Sin problema! Los muslos sin hueso ni piel funcionan genial y suelen quedar más jugosos. Córtalos en trozos similares y sigue las mismas instrucciones, aunque quizás necesiten unos minutos más dependiendo del grosor.
- → ¿Hay alguna buena opción vegetariana?
Cambia el pollo por queso halloumi, tofu o duplica los garbanzos. Para una versión más consistente, añade berenjenas o calabacines en cubos a la bandeja. Estas alternativas absorberán las especias perfectamente y darán buena proteína y textura.
- → ¿Qué tan importantes son las hierbas frescas?
El eneldo y cilantro aportan sabores vivos típicos de la cocina mediterránea. Si no los tienes, usa perejil, menta o albahaca. Aunque las hierbas secas sirven si no hay otra opción, las frescas dan un sabor y textura mucho mejores al plato final.