
Esta cremosa Sopa de Maíz y Calabacín celebra los tesoros del verano en cada cucharada. La dulzura del maíz fresco combina maravillosamente con el suave calabacín en un caldo aterciopelado, suficientemente abundante para cenar pero ligero para noches cálidas. He perfeccionado esta receta durante muchos veranos familiares, convirtiéndola en mi favorita cuando el maíz está en su mejor momento.
Creé esta sopa cuando mi huerto produjo más calabacines de los que sabía qué hacer. Ahora mi familia espera ansiosa la temporada de maíz solo para que pueda preparar esta delicia varias veces durante el verano.
Ingredientes
- Tocino Crea una base sabrosa para la sopa. Elige corte grueso para un sabor más intenso.
- Cebolla y apio Estos aromáticos proporcionan la base esencial de sabor. Busca apio firme con hojas brillantes.
- Maíz fresco Usa maíz en su punto óptimo para máxima dulzura. El maíz de temporada marca la diferencia.
- Ajo Ajo fresco picado añade profundidad. Evita el ajo pre-picado para mejor sabor.
- Caldo de pollo Aporta riqueza. Usa casero si tienes o comprado bajo en sodio.
- Papas russet Su almidón ayuda a espesar la sopa naturalmente. Escoge papas firmes sin manchas verdes.
- Condimentos La mezcla de sal, pimienta, pimentón, perejil, tomillo y cayena crea un equilibrio perfecto.
- Calabacín verde y amarillo Selecciona ejemplares medianos para mejor sabor y textura. Evita los muy grandes que pueden ser amargos.
- Media crema Añade cremosidad sin ser muy pesada. Leche entera funciona para una versión más ligera.
Instrucciones paso a paso
- Cocina el tocino
- Fríe las tiras de tocino en una olla grande a fuego medio hasta que queden crujientes, unos 5 minutos. Esto crea una base de grasa sabrosa que impregnará toda la sopa con notas deliciosas. La grasa del tocino se convierte en el medio para cocinar las verduras.
- Prepara la base aromática
- Agrega cebolla y apio picados a la grasa de tocino, cocinando por 3 minutos hasta que empiecen a ablandarse. Luego añade los granos de maíz y continúa cocinando 4 minutos más para liberar su dulzura natural. Termina con ajo picado y cocina hasta que suelte su aroma, aproximadamente 1 minuto más. Esta combinación crea complejidad.
- Forma la base del caldo
- Vierte el caldo de pollo y aumenta el fuego a medio-alto hasta que hierva. Añade papas y todos los condimentos, luego baja el fuego a medio. Cocina por 10 minutos para que las papas empiecen a ablandarse y los sabores se mezclen.
- Incorpora los calabacines
- Añade los calabacines verde y amarillo, y sigue cocinando hasta que las papas estén completamente tiernas y los calabacines bien cocinados pero no blandos, aproximadamente 10-12 minutos. Los calabacines deben mantener algo de textura.
- Logra la cremosidad
- Toma 2 tazas de la sopa y licúa hasta que quede completamente suave usando una licuadora por 1-2 minutos. Devuelve esta mezcla a la olla junto con la media crema. Mezcla bien para combinar, creando una textura lujosa mientras mantienes trozos de verduras. Retira del fuego.
- Reposa y sirve
- Deja reposar la sopa 10 minutos antes de servir. Este descanso es crucial ya que permite que los sabores se desarrollen completamente y la sopa espese un poco. El resultado es una sopa más cohesiva y sabrosa.

El maíz fresco es verdaderamente la estrella de esta sopa. Aprendí de mi abuela a usar el reverso de un cuchillo para raspar las mazorcas después de cortar los granos para extraer la leche dulce del maíz. Este paso extra añade una increíble dulzura natural y cuerpo a la sopa que hace que todos pregunten por mi ingrediente secreto.
Versión vegetariana
Esta sopa se transforma fácilmente en una delicia vegetariana. Simplemente omite el tocino y usa caldo de verduras en lugar de pollo. Comienza salteando las verduras en aceite de oliva o mantequilla. El pimentón ahumado en la receta ayuda a compensar el sabor del tocino faltante, aportando ese aroma ahumado. Para un impulso extra de umami, considera añadir una cucharada de pasta de miso blanco al caldo antes de agregar las verduras.
Combinaciones perfectas
La versatilidad de esta sopa la convierte en un lienzo excelente para varios acompañamientos. Un pan de masa fermentada crujiente o pan de maíz caliente es el compañero ideal para mojar hasta la última gota. Para una comida completa, sirve tazones pequeños como entrada antes de pescado o pollo a la parrilla. En noches frescas de verano, combínala con una simple ensalada verde aliñada con vinagreta de limón para un contraste refrescante. Me encanta servirla con una copa fría de Sauvignon Blanc o té helado sin azúcar con menta.
Adaptaciones estacionales
Aunque el verano da el mejor maíz y calabacín, esta sopa puede disfrutarse todo el año con ajustes simples. En invierno usa granos de maíz congelados, mantienen la dulzura sorprendentemente bien. Reemplaza el calabacín con calabaza para una variación otoñal o prueba añadir pimientos rojos asados para color y sabor extra. Durante primavera añade hierbas frescas como cebollino o eneldo justo antes de servir. La base de la receta se mantiene igual mientras estos toques estacionales la mantienen fresca y emocionante durante todo el año.
Transformaciones de sobras
Las sobras de sopa se convierten en un plato completamente nuevo con mínimo esfuerzo. Úsala como salsa sobre papas al horno cubiertas con queso extra y cebolletas. Transfórmala en salsa para pasta diluyéndola ligeramente con más caldo y mezclándola con fettuccine. Mi reinvención favorita es convertirla en desayuno salado calentando una porción y vertiéndola sobre pan tostado coronado con un huevo pochado. La versatilidad significa que puedes hacer una gran tanda y disfrutar comidas completamente diferentes durante la semana.

Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo hacer esta sopa vegetariana?
¡Claro que sí! Simplemente quita el tocino y usa caldo de verduras en vez de caldo de pollo. Para conseguir ese sabor ahumado que da el tocino, prueba añadir media cucharadita de pimentón ahumado o unas gotas de humo líquido.
- → ¿Puedo usar maíz congelado en lugar de fresco?
Por supuesto. Aunque el maíz fresco da mejor sabor en verano, el congelado funciona bien durante todo el año. Usa aproximadamente 4 tazas de granos de maíz congelados (descongelados) para reemplazar las 5 mazorcas de maíz fresco.
- → ¿Cómo puedo hacer esta sopa sin lácteos?
Sustituye la mitad y mitad por leche de coco entera o tu leche vegetal sin azúcar favorita. Para lograr más espesor, podrías triturar una porción mayor de la sopa antes de añadir la alternativa sin lácteos.
- → ¿Qué puedo servir con esta sopa?
Esta sopa combina de maravilla con pan crujiente, una ensalada verde sencilla o sándwiches a la plancha. Para una comida más contundente, sírvela con sándwiches de queso fundido o una rebanada de pan de maíz caliente.
- → ¿Puedo preparar esta sopa con antelación?
Sí, esta sopa sabe incluso mejor al día siguiente ya que los sabores tienen tiempo para mezclarse. Prepárala con hasta 3 días de antelación y guárdala en la nevera. Recaliéntala suavemente a fuego lento, añadiendo un poco de caldo si necesitas ajustar la consistencia.
- → ¿Cómo puedo espesar la sopa si queda muy líquida?
Si tu sopa está más líquida de lo que te gustaría, puedes triturar más cantidad o crear una mezcla con 1 cucharada de maicena y 2 cucharadas de agua fría. Añade esta mezcla a la sopa mientras hierve y cocina unos minutos hasta que espese.