
Estas barras de galletas de mantequilla de maní convierten la clásica receta en un manjar fácil de compartir y perfecto para fiestas, ventas escolares o simplemente para calmar tus antojos sin tener que moldear galletas individuales. La mezcla de mantequilla de maní, chocolate y su textura suave y masticable las hace totalmente adictivas para cualquiera que las pruebe.
La primera vez que preparé estas barras fue cuando el equipo de béisbol de mi hijo necesitaba algo dulce para un torneo. Se acabaron más rápido que cualquier otro postre, y ahora me las piden en casi todas las reuniones familiares que organizamos.
Ingredientes
- Harina común: da la estructura perfecta a las barras manteniéndolas tiernas
- Polvo de hornear: aporta el esponjado justo sin volverlas demasiado esponjosas
- Sal fina marina: realza todos los sabores sobre todo el dulzor
- Mantequilla de maní cremosa: proporciona el sabor principal usa marcas comerciales tipo Jif o Skippy para mejores resultados
- Mantequilla sin sal: añade riqueza y ayuda a crear esa textura masticable ideal
- Azúcar blanca: endulza y ayuda a formar bordes crujientes
- Azúcar moreno claro: aporta profundidad de sabor y mantiene la humedad
- Huevos grandes: unen todos los ingredientes y dan estructura
- Extracto de vainilla: potencia todos los demás sabores
- Chips de mantequilla de maní: intensifican el sabor en toda la masa
- Chips de chocolate semi-amargo: equilibran el dulzor con un toque amargo
Instrucciones paso a paso
- Prepara tu espacio:
- Calienta el horno a 190°C y forra tu molde con papel pergamino dejando que sobresalga por los lados. Esta preparación facilita sacarlas y obtener cuadrados perfectos al cortar.
- Mezcla ingredientes secos:
- Revuelve la harina, polvo de hornear y sal en un recipiente hasta que estén bien integrados. Este paso previene grumos y asegura una distribución uniforme del leudante.
- Bate las grasas:
- Mezcla la mantequilla ablandada y la mantequilla de maní hasta lograr una crema suave. Asegúrate que la mantequilla esté bien ablandada pero no derretida para la mejor textura.
- Agrega azúcares:
- Incorpora gradualmente ambos azúcares a la mezcla de mantequillas, batiendo hasta que la masa se vuelva notablemente más clara y esponjosa. Este proceso incorpora aire y crea la base para una buena textura.
- Añade huevos y vainilla:
- Agrega los huevos uno por uno, integrando completamente el primero antes de añadir el segundo. Esto evita que la mezcla se corte. Luego añade la vainilla hasta apenas combinar.
- Une ingredientes húmedos y secos:
- Añade gradualmente la mezcla de harina a los ingredientes húmedos, mezclando suavemente hasta apenas combinar. Mezclar demasiado en esta etapa puede desarrollar gluten y hacer las barras duras.
- Añade los extras:
- Incorpora los chips de mantequilla de maní y chocolate a mano usando una espátula. Este enfoque suave evita sobremezclar y asegura una distribución uniforme en la masa.
- Extiende en el molde:
- Traslada la masa a tu molde preparado y extiéndela uniformemente hasta las esquinas. Usa una espátula o el dorso de una cuchara para alisar la superficie y lograr un horneado parejo.
- Hornea a la perfección:
- Hornea por 25 a 30 minutos, vigilando que los bordes se doren y que un palillo salga casi limpio. El centro puede quedar ligeramente blando ya que seguirán cuajando mientras se enfrían.
- Enfría y corta:
- Deja que las barras se enfríen completamente en el molde antes de sacarlas y cortarlas en cuadrados. El enfriamiento completo garantiza cortes limpios y el desarrollo adecuado de la textura.

Me encanta especialmente usar una mezcla de chips de chocolate y mantequilla de maní en estas barras. Mi abuela siempre decía que la mantequilla de maní necesita chocolate como el pan necesita mantequilla, y esta receta honra perfectamente su sabiduría culinaria.
Preparación anticipada y almacenamiento
Estas barras de galleta se conservan muy bien en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta por 5 días. Para un almacenamiento más prolongado, envuelve los cuadrados individuales en plástico y congélalos hasta por 3 meses. Descongela a temperatura ambiente durante aproximadamente una hora antes de servir. La textura se mantiene notablemente consistente incluso después de congelarlas, lo que las hace perfectas para emergencias dulces o visitas inesperadas.
Ideas de variaciones
Aunque esta versión clásica es difícil de superar, puedes personalizar estas barras de muchas maneras. Prueba reemplazar la mitad de los chips de chocolate por chips de butterscotch para un sabor que recuerda a las barras de caramelo Butterfinger. Los chips de chocolate blanco y arándanos secos crean una deliciosa combinación agridulce. Para un toque más indulgente, rocía las barras enfriadas con chocolate derretido o mantequilla de maní diluida con un poco de aceite de coco. Incluso puedes hacer sándwiches con dos barras finas y una capa de glaseado de mantequilla de maní para una experiencia dulce espectacular.

Sugerencias para servir
Estas barras son deliciosas por sí solas, pero se vuelven realmente especiales cuando se sirven ligeramente tibias con una bola de helado de vainilla. Para una bandeja de postres más elaborada, córtalas en cuadrados pequeños y altérnalas con trozos de brownies y blondies. También son una excelente base para un sándwich de helado. A la hora del desayuno, he disfrutado comiéndolas con café, aunque mantengo ese hábito en secreto de mis hijos.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo usar mantequilla de maní crujiente en vez de cremosa?
Claro que sí, puedes usar mantequilla de maní crujiente. Esto añadirá un toque extra con trocitos de maní por todas partes. La cantidad sigue siendo la misma (1/2 taza), pero la textura final será un poco diferente.
- → ¿Cómo sé cuando las barras están bien horneadas?
Las barras están listas cuando los bordes se vuelven doraditos y un palillo metido en el centro sale casi limpio. Algo de humedad en el palillo está bien - esto asegura que las barras queden suaves y no secas.
- → ¿Se pueden congelar estas barras?
¡Sin duda! Estas barras se congelan muy bien. Después de que se enfríen completamente, córtalas en cuadrados, envuélvelas individualmente con plástico y guárdalas en un recipiente apto para congelador. Durarán hasta 3 meses. Descongélalas a temperatura ambiente antes de servir.
- → ¿Qué puedo usar en lugar de las chispas de mantequilla de maní?
Si no tienes chispas de mantequilla de maní, puedes usar chispas de butterscotch, chocolate blanco, o simplemente añadir más chispas de chocolate semi-amargo. También podrías picar tazas de mantequilla de maní para un toque más goloso.
- → ¿Puedo hacer estas barras sin gluten?
Sí, se pueden adaptar para dietas sin gluten sustituyendo la harina común por una mezcla de harina sin gluten 1:1. Asegúrate de que todos los demás ingredientes, especialmente el polvo de hornear, estén certificados como libres de gluten.
- → ¿Cómo debo guardar estas barras para que se mantengan frescas?
Guarda las barras en un envase hermético a temperatura ambiente hasta 5 días. Coloca papel entre las capas para que no se peguen. Para conservarlas más tiempo, refrigéralas hasta una semana o congélalas como mencionamos antes.