
Estas galletas de mantequilla de cacahuete te ofrecen un equilibrio perfecto entre el sabor nuez y la dulzura que te transportará directamente a tu niñez. La combinación de galletas crujientes rellenas con cremosa mantequilla de cacahuete crea un postre que resulta nostálgico y delicioso sin duda.
Preparé estas galletas por primera vez durante un fin de semana lluvioso cuando mis peques se quejaban de aburrimiento. El aroma familiar de las galletas de cacahuete horneándose alegró la casa al instante, y ahora me las piden para cada celebración especial.
Ingredientes
- Harina común: da la estructura suave perfecta para estas galletas
- Bicarbonato: aporta justo el toque de esponjosidad sin hacerlas demasiado pastosas
- Sal: realza todos los sabores y balancea el dulzor
- Mantequilla sin sal: aporta riqueza y ayuda a crear bordes crujientes
- Mantequilla de cacahuete cremosa: forma la base del sabor busca una marca buena
- Azúcar blanco: crea la textura ideal de galleta
- Azúcar moreno: añade profundidad y humedad a las galletas
- Huevo grande: une todos los ingredientes
- Extracto de vainilla: mejora el perfil de sabor cálido
- Mantequilla de cacahuete cremosa: crea ese centro delicioso elige una variedad suave
- Azúcar glas: endulza y estabiliza el relleno
- Extracto de vainilla: aporta profundidad aromática
- Mantequilla sin sal: hace que el relleno se extienda perfectamente
Instrucciones paso a paso
- Prepara tu espacio:
- Comienza precalentando el horno a 175°C y coloca papel pergamino en dos bandejas. El papel evita que se peguen y facilita la limpieza. Reúne todos los ingredientes para tenerlos a mano.
- Mezcla ingredientes secos:
- En un bol mediano, bate la harina, bicarbonato y sal hasta que se mezclen bien. Esta distribución asegura que cada galleta tenga la textura perfecta. Rompe cualquier grumo en la harina para una masa más suave.
- Crea la base:
- En un bol grande, mezcla la mantequilla blanda, mantequilla de cacahuete, azúcar blanco y moreno. Bate hasta que la mezcla se aclare y esponje, unos 2 a 3 minutos. Este batido incorpora aire para una galleta tierna.
- Añade ingredientes húmedos:
- Incorpora el huevo y la vainilla a tu mezcla de mantequilla, batiendo hasta integrar todo. La mezcla debe verse brillante y suave. Raspa los lados del bol para mezclar todo parejo.
- Une húmedos y secos:
- Añade poco a poco los ingredientes secos a los húmedos, mezclando a baja velocidad hasta combinar. Mezclar demasiado puede crear galletas duras. Para de mezclar cuando ya no veas harina suelta.
- Dale forma a las galletas:
- Toma porciones de masa de una cucharada y forma bolitas. Colócalas en las bandejas preparadas, dejando unos 5 cm entre cada una para que se expandan. Aplástalas con un tenedor para crear el patrón cruzado típico.
- Hornea a la perfección:
- Hornea las galletas de 10 a 12 minutos hasta que los bordes se doren mientras los centros siguen blandos. Pueden parecer poco hechas en el centro, pero se endurecerán al enfriarse. Gira las bandejas a mitad de horneado.
- Proceso de enfriado:
- Deja reposar las galletas en las bandejas 5 minutos antes de pasarlas a una rejilla para enfriar completamente. Este reposo les permite asentarse sin romperse. Asegúrate de que estén frías antes de rellenar.
- Prepara el relleno:
- Mientras las galletas se enfrían, bate la mantequilla de cacahuete, azúcar glas, vainilla y mantequilla blanda hasta que quede suave y esponjoso. El relleno debe ser espeso pero untable. Si queda muy denso, añade una cucharadita de leche.
- Monta las galletas:
- Cuando las galletas estén frías, unta bastante relleno en la parte plana de una galleta. Cubre con otra galleta, presionando suavemente para formar un sándwich. El relleno debe llegar a los bordes sin salirse.

Mi parte favorita de hacer estas galletas es ver a mi marido robarlas secretamente del tarro. A pesar de que las hago cada mes desde hace años, sigue pensando que no me doy cuenta cuando la pila misteriosamente se reduce por la noche. Se ha convertido en nuestro pequeño juego no hablado.
Soluciones de almacenamiento
Estas galletas sándwich de mantequilla de cacahuete se mantienen frescas en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante una semana. El relleno ayuda a mantener las galletas húmedas más tiempo que las galletas normales de mantequilla de cacahuete. Para guardarlas más tiempo, colócalas en una sola capa en un recipiente apto para congelador con papel entre las capas. Se congelan de maravilla hasta tres meses. Déjalas descongelar a temperatura ambiente una hora antes de servir.
Variaciones sabrosas
Aunque la receta clásica es difícil de superar, hay varias formas de personalizar estas galletas. Prueba usar mantequilla de cacahuete crujiente en vez de cremosa para añadir textura tanto a las galletas como al relleno. Para los amantes del chocolate, mezcla chispas pequeñas en la masa o baña los sándwiches terminados con chocolate derretido. Durante las fiestas, reboza los bordes de las galletas rellenas con fideos de colores o cacahuetes picados para un toque festivo.

Sugerencias para servir
Estas galletas sándwich de mantequilla de cacahuete son perfectas como merienda junto a un vaso de leche fría o café caliente. Para un postre más goloso, coloca una bolita de helado de vainilla entre dos galletas y congela hasta que esté firme. También son un regalo estupendo cuando se envasan en latas decorativas, especialmente para los amantes de la mantequilla de cacahuete. Añádelas a un plato de postres con otras galletas para lograr una bonita variedad de texturas y sabores.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Cuánto tiempo se mantienen frescas estas galletas rellenas de cacahuete?
Estas galletas pueden guardarse en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta una semana, conservando su textura y sabor. Para almacenamiento más largo, puedes congelarlas hasta 3 meses.
- → ¿Puedo usar mantequilla de cacahuete crujiente en vez de cremosa?
Claro que sí, puedes cambiarla por mantequilla de cacahuete crujiente si prefieres algo de textura en tus galletas. El relleno podría quedar un poco menos suave, pero añadirá un interesante contraste a las galletas terminadas.
- → ¿Por qué hay que hacer un patrón de cuadrícula en las galletas?
El tradicional patrón de cuadrícula hecho con tenedor no solo crea el aspecto icónico de las galletas de cacahuete sino que también ayuda a aplanarlas para asegurar un horneado uniforme. Además da un bonito elemento de textura a las galletas rellenas terminadas.
- → ¿Qué puedo hacer si la masa está demasiado pegajosa para trabajar?
Si tu masa está muy pegajosa, métela en la nevera unos 30 minutos antes de formar las bolitas. Esto endurecerá la mantequilla y hará la masa más fácil de manejar, además de ayudar a que las galletas mantengan su forma durante el horneado.
- → ¿Cómo sé cuándo están listas las galletas?
Las galletas están listas cuando empiezan a dorarse por los bordes, normalmente después de 10-12 minutos de horneado. Puede que parezcan aún un poco blandas en el centro, pero seguirán cuajando mientras se enfrían. Si las horneas demasiado quedarán secas.
- → ¿Puedo preparar estas galletas con antelación para un evento?
¡Por supuesto! Puedes hacer las galletas con algunos días de antelación y guardarlas en un recipiente hermético. Para mayor frescura, podrías considerar hacer las bases de galleta con antelación y añadir el relleno más cerca del momento en que las vayas a servir.