01 -
Echa 960 ml de agua fría al té azucarado, mezcla bien y ponlo en la nevera por al menos 2 horas.
02 -
Agrega 150 g de azúcar y el bicarbonato si quieres al té caliente, remueve hasta que se disuelva el azúcar.
03 -
Pasa el jarabe de fresa por un colador fino a un recipiente y tira lo que queda. Déjalo enfriar bien.
04 -
Pon las fresas, 200 g de azúcar y 240 ml de agua en una olla mediana a fuego medio. Cocina hasta que las fresas estén blandas y se forme un jarabe, unos 10 a 15 minutos.
05 -
Saca las bolsitas de té o las hojas y deja que se enfríe un poco. Luego mezcla bien el jarabe de fresa frío.
06 -
Deja reposar las bolsitas o el té suelto en 960 ml de agua hirviendo entre 5 y 10 minutos según qué tan fuerte te guste.
07 -
Pon hielos en los vasos y vierte la mezcla de té con jarabe. Decora con fresas y hojas de menta si quieres.