01 -
Ya con el jarabe, agrega jugo de limón, bicarbonato y el jarabe a la jarra. Mete más jarabe si te gusta dulce. Guarda en la nevera al menos una hora antes de ponerle hielo para servir. Si te animas, unas rodajas de limón quedan geniales arriba.
02 -
Toma una jarra de dos litros, vierte el resto del agua fría. Saca las bolsitas de té exprimiendo el líquido al sacarlas. Echa ese té calentito en la jarra con el agua.
03 -
Pon a hervir 950 ml de agua en una olla mediana. Cuando burbujee, mete las bolsitas de té negro y deja reposar por cinco minutos.
04 -
Pasa tu jarabe de durazno por un colador fino, guarda o tira los trozos de fruta—son ricos para decorar si te apetece.
05 -
Lleva a fuego medio una ollita con los duraznos congelados, el agua y el azúcar. Remueve seguido y deja que hierva suave por 10 minutos. Quita del calor y deja que enfríe completamente, como media hora.