01 -
Regresa la pasta escurrida a la olla, baña todo con la salsa de calabaza, mezcla hasta que todo esté bien cubierto y sírvela de una vez si quieres. Puedes poner queso parmesano o alguna versión vegana encima.
02 -
Pasa tus verduras asadas bien calientes a la licuadora junto con el agua que te guardaste de la pasta. Dale potencia alta hasta que veas que está cremosito y liso.
03 -
Antes de escurrir la pasta, aparta 80 ml del agua de cocción y échalo a la licuadora.
04 -
Mientras se asan las verduras, coce la pasta en agua con sal siguiendo lo que diga el paquete hasta que quede al dente.
05 -
Mete la charola con las verduras al horno y deja que se asen unos 20 minutos, hasta que las veas suaves y las orillas empiecen a dorarse.
06 -
Rocía el aceite de oliva sobre las verduras, ponles sal, pimienta y tomillo, y mezcla hasta que todo esté bien cubierto.
07 -
Acomoda tu calabaza congelada, tomates y cebolla en la charola que ya forraste. Que queden repartidos por toda la superficie.
08 -
Pon el horno en 232°C y cubre la charola con papel encerado.