01 -
Prende tu horno a 220°C (425°F). Cubre una bandeja de hornear con papel encerado o un tapete de silicona para que no se pegue y sea más fácil de limpiar.
02 -
En un recipiente mediano, mezcla el pollo desmenuzado, el queso crema a temperatura ambiente, el queso cheddar rallado y la salsa. Agrega el ajo en polvo, cebolla en polvo, comino, sal y pimienta negra al gusto. Revuelve bien para que el queso crema se mezcle completamente.
03 -
Haz que las tortillas sean flexibles calentándolas. Ponlas envueltas en una servilleta húmeda y caliéntalas en el microondas por 20-30 segundos, o pasa cada una en un sartén seco a fuego medio durante unos segundos por lado.
04 -
En una superficie plana, coloca una tortilla y añade unas 2-3 cucharadas del relleno en una línea cerca del tercio inferior. Enrolla la tortilla firmemente alrededor del relleno y colócala con el borde hacia abajo en la bandeja preparada. Repite con el resto de las tortillas y el relleno.
05 -
Pincela ligeramente los taquitos con aceite de oliva o spray para cocinar para que queden crujientes en el horno. Si usas tortillas de maíz, úsalo con más generosidad, ya que tienden a secarse.
06 -
Mete la bandeja al horno que ya está caliente y deja que se horneen entre 15 y 18 minutos, o hasta que estén dorados y crujientes en los bordes. Empieza a vigilarlos al minuto 12 para evitar que se pasen.
07 -
Saca los taquitos del horno y dales de 2 a 3 minutos para que se enfríen un poco antes de servir. Disfrútalos calientes con tus aderezos favoritos como guacamole, crema agria o más salsa.