01 -
Pon las porciones en los platos y acaba con un poco de perejil fresco por encima. ¡Listo para llevar a la mesa ya mismo!
02 -
Vuelve a echar la pasta cocida en la sartén, revuelve bien y deja que todo se caliente junto otros 2 o 3 minutos más.
03 -
Baja el fuego, suma la nata y el parmesano rallado. Mezcla despacio hasta que esté cremoso y el queso se haya derretido. Si la ves muy espesa, echa un poco del agua de cocción que guardaste.
04 -
Vierte el vino Marsala y sube el fuego hasta que empiece a hervir suave. Deja que se evapore un poco durante 5 minutos.
05 -
Agrega el tomillo, la sal y la pimienta. Remueve un poco y espera un minuto para que todo se combine bien.
06 -
Mete el ajo y los champiñones laminados al sartén. Dales vueltas seguido y deja que cambien de color y se pongan blanditos, unos 5 a 7 minutos.
07 -
Calienta el aceite en una sartén grande a fuego medio. Pon la cebolla y cocina de 3 a 4 minutos, hasta que deje de verse blanca.
08 -
Hierve la pasta en agua con sal siguiendo lo que dice el paquete hasta que esté al dente. Retira 120 ml del agua de cocción antes de escurrir y apártala un momento.