01 -
Al sacar del horno espera diez minutos. Así la salsa espesa mejor y repartir porciones resultará muy fácil. Sírvelo calientito.
02 -
Cubre tu fuente con papel aluminio bien apretado y mete al horno una hora. Quita el papel y deja dorar treinta minutos más hasta que el queso burbujee y las papas estén suaves.
03 -
Pon la mitad de las papas en el fondo. Luego reparte la mitad de las cebollas caramelizadas, después el tocino, luego la mezcla de quesos y encima la mitad de la salsa cremosa. Repite el proceso acabando con queso arriba.
04 -
En una cacerola limpia, derrite mantequilla con el fuego medio. Agrega la harina y revuelve seguido hasta formar una pastita (eso es un roux). Déjala cocinar como dos minutos para que no sepa a cruda. Luego agrega la leche poco a poco sin dejar de mover. Deja que hierva suavemente unos minutos hasta que espese un poco. Echa sal y pimienta.
05 -
Pon el tocino en otra sartén o mételo al horno a 200°C unos 15-20 minutos hasta que quede crujiente. Déjalo enfriar y trocéalo en pedacitos.
06 -
Calienta aceite de oliva en una sartén mediana. Tira ahí las cebollas cortadas bien fino, con sal y pimienta. Deja a fuego medio, moviendo de vez en cuando, como 20 minutos hasta que estén dulces y doradas. Saca de la sartén.
07 -
Enciende el horno a 180°C. Unta con mantequilla tu refractario de 9x13. Si tienes una mandolina, úsala para cortar las papas bien delgaditas todas iguales.