01 -
Deja que las bolitas se endurezcan por completo y guárdalas en un recipiente con tapa en el refri. Te aguantan bien hasta una semana.
02 -
Mientras el chocolate aún no solidifica, añade un poco de caramelo salado, esparce pretzels triturados, y si te gusta, ponles un toque de sal marina y himbehes secas.
03 -
Sumerge cada bolita fría de a una en el chocolate derretido y pásalas otra vez al papel.
04 -
Derrite las chispas de chocolate en microondas o baño maría siguiendo el paquete, espera que esté suavecito.
05 -
Haz montoncitos de unos 2.5 cm con la masa y ponlos en una charola con papel encerado. Mételos al congelador mínimo 20 minutos.
06 -
Incorpora los pretzels aplastados con las manos al batido Oreo y queso. Que se repartan bien por toda la mezcla.
07 -
En un recipiente, combina los Oreos molidos y el queso crema suave hasta que todo esté bien integrado. Debe quedar una masa uniforme y pegajosa.
08 -
Pon las 72 Oreos completas en la procesadora y tritúralas hasta que quede polvo.