01 -
Vierte la mezcla de miel caliente de inmediato sobre las palomitas. Usa una cuchara grande o espátula para moverlo rápido, tratando de que todos los granos se empapen antes de que se seque. Disfrútalo al momento.
02 -
Pon la mantequilla y la miel en un tazón resistente al calor o un sartén pequeño y derrítelo hasta que esté todo mezclado. Incorpora el ajo en polvo, el pimentón, la cayena y la sal kosher hasta que veas que se juntó bien.
03 -
Coloca las palomitas recién hechas en un bol grande donde puedas moverlas cómodamente sin que se vaya nada.