01 -
Pon la mermelada ya lista en frascos limpios y esterilizados o métela directo al refri una vez fría. Acuérdate de gastar todo en dos semanas.
02 -
Saca los clavos de olor de la mezcla antes de continuar.
03 -
Cuando notes que la mezcla ya espesa y los duraznos están blandos, y si quieres, tritúrala un poco con un aplastapapas o licuadora de mano.
04 -
Bajá el fuego y mantené la mezcla en ebullición suave de 20 a 25 minutos. Andá revolviendo seguido y quitá la espuma que se haga arriba.
05 -
Prendé el fuego en medio y remové cada tanto, esperá hasta que todo hierva.
06 -
Echale el azúcar, el jugo de limón, la vainilla, los clavos y los duraznos a una olla bien grande.
07 -
Pelá, sacá el carozo y cortá los duraznos. Exprimí los limones.