01 -
Cuando los saques del horno, deja que se enfríen unos 10 minutos antes de llevarlos a la mesa. Sírvelos calientitos.
02 -
Para que queden dorados arriba, quita el papel aluminio los últimos 5 minutos de horneado.
03 -
Tapa la bandeja con aluminio, pero sin que quede muy ajustado, y hornea de 25 a 30 minutos. Los duraznos van a estar blandos y jugosos.
04 -
Agrega el jugo de limón por encima y ponles una pizca de sal.
05 -
Echa por encima de cada mitad la mezcla de azúcar y canela. Que queden bien cubiertas.
06 -
Reparte la mantequilla derretida y la vainilla por encima de los duraznos.
07 -
En una tacita, mezcla el azúcar blanca, azúcar morena y la canela. Revuelve hasta que todo se mezcle bien.
08 -
Coloca las mitades de durazno, con la parte cortada hacia arriba, dentro de la fuente.
09 -
Parte los duraznos y quítales el hueso. Si prefieres, pélalos para que queden más suaves.
10 -
Pon el horno a calentar a 190°C (375°F).