01 -
Cuando saques la lasaña del horno, dásela 15 a 20 minutos de pausa. Ponle albahaca fresca arriba antes de partirla y servirla.
02 -
Tapa bien tu fuente con papel aluminio y métela al horno 25 minutos. Luego saca el papel y deja que se gratine arriba otros 25 minutos hasta que burbujee y tome color doradito.
03 -
Arranca cubriendo el fondo del molde hondo con un poco de la salsa de carne. Ahora va la primera capa de placas de lasaña, sigue con una porción de mezcla de ricotta, después suma mozzarella, y echa más salsa de carne por encima. Haz esto dos veces más. Acaba con placas y el resto de salsa. Corona con un buen puñado de parmesano.
04 -
Pon el horno a calentar a 190°C.
05 -
Hierve agua con sal en una olla grandota. Echa las placas de lasaña y cuécelas hasta que estén suaves pero todavía firmes, normalmente como 8 o 10 minutos (mira tu paquete). Escúrrelas al toque y ponlas derechitas sobre una tela o tabla.
06 -
En un bol mediano, junta ricotta, huevos, parmesano, perejil, sal y pimienta. Mézclalo bien hasta que quede cremoso y mete la mezcla al refri hasta el momento de armar.
07 -
En una olla pesada y grandota, echá la carne molida y cocínala a fuego medio unos 8 a 10 minutos, partiendo grumos con la cuchara. Suma cebolla y cocina otros 5 minutos hasta que quede blanda. Echa el ajo y dale solo 1 minuto moviendo hasta que huela rico. Ahora pon los tomates triturados, el puré de tomate, el orégano, la albahaca, azúcar y salpimenta a gusto. Revuelve todo, baja el fuego y deja cocer destapado de 30 a 40 minutos hasta que espese.