01 -
Forma una bola con la masa, aplánala un poco, envuélvela en plástico y mete al frío mínimo una hora o toda la noche para que quede mejor.
02 -
En una superficie con harina, extiende la masa fría hasta que tenga como 3 mm de grosor. Corta en cuadrados o círculos de 7.5 cm. Pon una cucharadita del relleno en el medio y si quieres un poco de mermelada encima.
03 -
En un bol grande mezcla la harina, sal y azúcar. Añade la mantequilla fría y el queso crema. Usa las manos o un cortapastas para mezclar hasta que parezca migas gruesas.
04 -
Prende el horno a 190°C y cubre una bandeja con papel para hornear.
05 -
Para los empanaditos dobla la masa sobre el relleno formando triángulos y sella los bordes con un tenedor. También puedes juntar todas las puntas al centro y apretar para cerrar.
06 -
Bate el huevo con la leche y pinta la superficie de cada pastelito. Hornea entre 18 y 22 minutos hasta que estén dorados y inflados.
07 -
Mezcla en otro bol el queso crema blando, azúcar, vainilla y la yema hasta que quede cremoso. Resérvalo.
08 -
Deja que se enfríen un poco. Si quieres espolvorea azúcar glass y sírvelos tibios o a temperatura ambiente.