01 -
Deja que la granola se enfríe en la bandeja por completo, así se forman pedacitos crujientes. Cuando esté fría, rómpela con las manos y guárdala en un frasco o recipiente hermético.
02 -
Reparte todo sobre la bandeja preparada de manera uniforme. Hornéala durante 20–25 minutos. Dale una vuelta suave en la mitad del tiempo para que se dore por todos lados. Vigila bien el final, se puede quemar rápido. Sáquela cuando se vea dorada y huela rico.
03 -
Vierte la mezcla tibia de los líquidos sobre los ingredientes secos. Usa cuchara de madera o espátula y mezcla muy bien hasta que todo esté bien cubierto.
04 -
Pon en una cacerolita el aceite de coco y la miel, calienta a fuego bajo solo hasta que se derriten. Saca del fuego y agrega la vainilla.
05 -
Pica las nueces grandes a groso modo. En un bol grande mezcla las nueces picadas, las hojuelas de coco, semillas de calabaza y girasol, chía, canela y la sal marina.
06 -
Precalienta el horno a 165°C. Cubre una bandeja amplia con papel para hornear.