01 -
Saca las galletas del horno y espera a que estén completamente frías antes de comerlas.
02 -
Mete las galletas y déjalas dentro durante unos 12 a 15 minutos. Sácalas cuando se vean doraditas.
03 -
Haz bolitas pequeñas con la masa y ponlas separadas sobre una bandeja con papel de horno.
04 -
Agrega la mezcla de huevo a los ingredientes secos y mezcla todo rápido hasta que veas una masa blandita y sin grumos.
05 -
En otro recipiente, bate el huevo junto a la vainilla usando solo un tenedor.
06 -
Añade las chispas de chocolate y revuelve todo para que queden repartidas.
07 -
Echa la mantequilla fría cortada en dados a la mezcla seca. Usa tus manos o un mezclador hasta ver trozos pequeñitos de mantequilla en la mezcla.
08 -
En un bol grande pon la harina con el azúcar y la sal, y revuélvelo bien.
09 -
Pon el horno a calentar a 175 °C, calor arriba y abajo.