01 -
Puedes tapar y meter al refri unas horas para que siga fresca, o llevar a la mesa ya mismo.
02 -
Dale una probada y, si crees que le falta, ponle un poco más de sal o pimienta.
03 -
Revuelve con cuidado para que la mozzarella y los tomates queden llenos del aderezo.
04 -
Vierte el aceite de oliva y el balsámico encima de la ensalada. Agrega sal y pimienta por encima.
05 -
Echa los tomates partidos en un bowl mediano. Añade la cebolla morada, la mozzarella y la albahaca fresca.
06 -
Corta los tomatitos a la mitad, que te salgan trozos parejitos para que todo sepa igual.
07 -
Usa una servilleta de cocina limpia o papel de cocina y seca bien los tomates.
08 -
Lávalos bien bajo el chorro de agua fría para quitarles cualquier suciedad.