01 -
Deja que el baklava se enfríe por completo en la misma fuente. Después, sácalo despacio de la bandeja y sírvelo.
02 -
Prende el horno a 175 °C (calor arriba y abajo). Pon una hoja de masa filo en una fuente engrasada (23×33 cm) y úntala todita con bastante mantequilla derretida. Haz lo mismo formando ocho capas en total, siempre poniendo mantequilla entre cada una.
03 -
Echa en un bol grande las nueces picadas, el tocino desmenuzado, el azúcar y la canela. Mezcla bien todo hasta que se integre.
04 -
Con un cuchillo bien afilado, corta toda la masa montada en cuadros o rombos antes de que vaya al horno. Así se cuece igualito por todas partes.
05 -
Pon un tercio de la mezcla de nueces y tocino encima de la última capa de masa. Cubre otra vez con ocho hojas untadas en mantequilla. Repite hasta tener la mezcla y las capas hechas dos veces más. Termina con ocho hojas con mantequilla arriba.
06 -
Mete la fuente a la parte central del horno ya caliente y hornea entre 45 y 50 minutos. Sabrás que está cuando tome color dorado y se ponga crujiente.
07 -
Calienta el jarabe de maple en una olla chica solo hasta que esté fluido. Báñalo por encima de todo el baklava recién salido del horno, aprovechando que aún está caliente.