01 -
Cuando termines de hornearlos, ponlos encima de una rejilla y deja que se enfríen por completo.
02 -
Reparte la masa entre los moldes, llenando sólo hasta dos tercios cada uno.
03 -
Añade poco a poco los ingredientes líquidos sobre los secos y revuelve suavemente, sólo hasta que no haya polvos visibles. ¡No mezcles demasiado!
04 -
En otro bol, bate la leche, el aceite, la vainilla y la yema hasta que quede homogéneo.
05 -
Pon la harina, el cacao, el azúcar, el polvo para hornear y la sal en un bol y mézclalo todo bien.
06 -
Pon el horno a calentar a 175°C y acomoda seis cápsulas de papel en la bandeja para muffins.