01 -
Pon papel vegetal en la base de un molde desmontable de 23 cm y engrasa un poco los lados. Precalienta el horno a 163°C.
02 -
En un bol, mezcla las migas de galleta, el azúcar y la mantequilla derretida. Echa la mezcla al fondo y los lados del molde presionando bien. Hornea unos 8–10 minutos. Deja enfriar. Cubre el exterior del molde con papel aluminio para que no entre agua.
03 -
Baja la temperatura del horno a 148°C. Mezcla en un bol grande el queso crema, azúcar y harina a velocidad baja hasta que se vea cremoso. Pasa la espátula por las paredes del bol si hace falta.
04 -
Incorpora la vainilla y adiciona la crema agria. Mezcla despacio hasta que todo esté bien mezclado.
05 -
Junta la nata y las chispas de butterscotch en un bol aparte. Caliéntalo en el microondas cada 15–30 segundos, removiendo después de cada vez, hasta que se derrita y quede liso.
06 -
Sin prisa, echa la mezcla de butterscotch derretida en dos partes sobre el batido de queso, removiendo después de cada una. Agrega el pudding en polvo y mezcla hasta que quede todo parejo.
07 -
Pon los huevos uno a uno, batiendo suave entre medias solo hasta mezclar. Raspa el bol para que la mezcla sea lisa.
08 -
Vacía la mezcla sobre la base fría. Mete el molde dentro de una bandeja para asar y añade agua caliente alrededor, que llegue a la mitad del molde pero no sobrepase el papel de aluminio.
09 -
Mete al horno y deja que se haga unos 90–95 minutos, hasta que el centro esté firme pero todavía un poco movido.
10 -
Apaga el horno y deja el pastel dentro unos 30 minutos sin abrir la puerta. Luego, abre la puerta un poco y espera 10 minutos más.
11 -
Saca el pastel y déjalo enfriar a temperatura ambiente sobre una rejilla, después mete en la nevera hasta que esté bien frío y firme, unas 5–6 horas o toda la noche.
12 -
Quita el pastel del molde y colócalo en un plato bonito. Pon las chispas de butterscotch en un bol resistente al calor. Calienta la nata hasta que quiera hervir y viértela encima. Espera 2–3 minutos, mezcla suave hasta que se vea sin grumos.
13 -
Deja que la ganache espese unos 5 minutos, échala y reparte uniforme sobre el pastel. Esparce las chispas extra que quieras encima.
14 -
Cúbrelo y mete en nevera hasta el momento de comer. Para que esté en su punto, corta y disfruta en unos 4–5 días.