01 -
Corta la carne al horno en porciones. Acompaña con las papas rellenas bien calientes. Te podés animar y sumar más cebollita de verdeo picada o un poco de crema agria arriba.
02 -
Volvé a meter las papas ya rellenas en el horno unos minutos. Pará cuando veas el queso completamente derretido y burbujeante.
03 -
Usá una cuchara para volver a cargar el relleno en cada papita. Después podés sumar más queso cheddar por arriba si te copa.
04 -
Hacé puré con la papa que sacaste, sumá manteca, crema agria, sal y pimienta. Cuando esté suavecito, agregá el queso cheddar rallado y la parte blanca y verde de la cebollita de verdeo. Mezclá todo.
05 -
Cuando estén listas, cortá las papas de punta a punta. Con cuidado sacá la parte de adentro y pasala a un bol, dejando una cascarita que se aguante.
06 -
Mientras se hace la carne, lavá bien las papas y pinchalas varias veces con un tenedor. Metelas directo al horno y cocinalas hasta que estén blanditas. Si vas apurado, podés hacerlas en el microondas unos 10 minutos.
07 -
Armá la masa de carne dándole forma alargada y ponela en una bandeja o en un molde. Cociná por unos 40-45 minutos, o hasta que al pincharla esté en 71°C por dentro. Dejala reposar unos 10 minutos así no se seca al cortarla.
08 -
Encendé el horno a 190°C. En un bol grande, combiná la carne molida, la cebollita, el ajo, el pan rallado, el huevo, la leche, la salsa Worcestershire, el ketchup, el orégano, la albahaca, la sal y la pimienta. Revolvé todo hasta que se reparta bien, pero no te pases mezclando.