01 -
Pon el horno a 177°C. Rocía una bandeja de 20x20 cm con un poco de antiadherente y ponle papel encerado, dejando que sobresalga para sacar el dulce más fácil luego.
02 -
Mete la mantequilla en el microondas de 1 minuto en 1 minuto (hasta 2 si hace falta), o al fuego bajo, hasta que esté líquida total.
03 -
Echa las chispas de chocolate blanco en un bol y mézclalas con el matcha. Agrega la mantequilla derretida caliente. Remueve hasta que se derrita el chocolate y quede liso.
04 -
En otro bol grande, pon los azúcares y añade los huevos. Bate a máxima velocidad durante unos 3 a 5 minutos. Te tiene que quedar una mezcla espesa y mucho más clara.
05 -
Pasa despacito la mezcla de matcha y chocolate a la de huevos y azúcar. Luego vierte la vainilla y revuelve suave hasta que todo esté parejo.
06 -
Tamiza la harina y la sal directamente a la masa. Usa una espátula de goma y mezcla solo hasta que veas que todo se incorpora, así el aire se queda adentro.
07 -
Pasa la masa a la bandeja preparada y deja la superficie nivelada. Hornea 20 minutos justo en el medio del horno a 177°C. Saca y da 2 o 3 golpecitos fuertes a la bandeja en la mesa para eliminar burbujas de aire.
08 -
Pon otra vez la bandeja al horno y hornea 15 minutos más. Al sacarla otra vez, vuelve a golpear la bandeja unas 2 veces más y deja que se enfríe ahí mismo como una hora, hasta que no esté caliente.
09 -
Usa el papel que sobresale para levantar el postre de la bandeja. Corta en cuadritos con un cuchillo filoso y límpialo entre cortes para que los bordes queden perfectos.