01 -
Pon el relleno en el centro de cada disco y cierra bien. Luego haz que queden lisos y redonditos.
02 -
Deja que los bollos ya formados suban un poco más. Que pasen como media hora para que estén esponjosos.
03 -
Mete la harina, el azúcar, la sal y la levadura en un bol grande. Mézclalo todo.
04 -
Pon a calentar el aceite a 180°C y fríe los bollos hasta que estén dorados por todas partes.
05 -
Corta la masa que ya subió en 8 pedazos parejos y aplana cada uno en forma de disco.
06 -
Tapa la masa y déjala en un sitio cálido por 60 minutos o hasta que crezca el doble.
07 -
Vas agregando el agua tibia y la leche poco a poco mientras amasas hasta que la masa esté suave y elástica.
08 -
Saca los bollos y ponlos sobre papel absorbente para sacar el aceite de más, luego sírvelos calientitos.