01 -
Tapa la sartén y deja que el cheddar se derrita por completo durante unos 2–3 minutos. Apaga el fuego, mezcla con cuidado y sírvelo al instante.
02 -
Desmorona el tocino ya doradito. Agrégalo junto con el queso por encima de las verduras y mezcla para que todo se junte bien.
03 -
Vierte la leche en la sartén y deja que todo burbujee suavemente unos 3–5 minutos mientras se hace una salsa cremosa.
04 -
Espolvorea el polvo ranch, ajo, cebolla y la pimienta. Mezcla bien para que los condimentos se repartan parejo.
05 -
Pásale los ejotes ya cocidos a la sartén con las papas, mueve todo con cuidado para no romper nada.
06 -
Pon a hervir agua con sal en una olla grande. Agrega los ejotes y déjalos 4–5 minutos hasta que se vean tiernitos pero no muy suaves. Escúrrelos y tenlos listos.
07 -
Echa el aceite de oliva a la sartén junto con un poco del aceite donde cociste el tocino. Añade las papas y cocínalas a fuego medio mientras las mueves de vez en cuando durante unos 10–12 minutos. Deben ponerse doradas y suaves.
08 -
Deja solo como una cucharada del aceite que soltó el tocino en la sartén. Si sobra mucho, retíralo.
09 -
Pasa las tiras de tocino cocidas a un plato con papel para que suelten la grasita y se enfríen un poquito.
10 -
Coloca el tocino en frío en una sartén grande y cocínalo a fuego medio, volteando de vez en cuando hasta que quede bien crujiente.
11 -
Corta las papas ya peladas en cubos chonchos, como de 2–3 cm. Así quedan perfectas de tamaño para mezclar.
12 -
Limpia los ejotes bajo el chorro del agua, quítales las puntas y déjalos listos.