01 -
Saca el bizcocho y déjalo reposar en el molde unos 10 minutos. Luego pásalo a una rejilla y espera a que se enfríe por completo antes de cortar en rebanadas.
02 -
Echa la mezcla en el molde engrasado y alisa la superficie. Mételo al horno, dale de 50 a 60 minutos. La mejor prueba es con un palillo: debe salir limpio si está listo.
03 -
Ahora ve agregando lo seco a lo húmedo poco a poco, alternando con la leche. Hazlo despacio y para cuando ya todo se vea suave, párale.
04 -
Agarra otro bol y bate ahí la harina, el polvo de hornear y la sal. Hay que mezclarlos antes.
05 -
Pon el jugo y la ralladura de limón con la mezcla, dales una vuelta hasta que todo se vea uniforme.
06 -
Vete añadiendo los huevos uno por uno, mezclando bien cada vez para que quede parejo.
07 -
Con la mantequilla blanda y el azúcar, bátelos juntos hasta que todo esté bien cremoso y se vea claro.
08 -
Pon el horno en 175°C para ir calentando. Ya deja el molde para pan listo, úntale mantequilla y tírale un poco de harina para que no se pegue.