01 -
Llena una manga pastelera con la buttercream y decora el pastel enfriado de la forma que más te guste.
02 -
Echa el chocolate blanco derretido y ya frío a la mezcla de mantequilla. Sigue batiendo hasta que todo quede suave y esponjoso.
03 -
Bate la mantequilla sin sal blandita en un bol hasta que parezca una crema suave. Añade el azúcar glass y sigue batiendo hasta que esté todo bien mezclado.
04 -
Pon el chocolate blanco en un bol resistente al calor y derrítelo al baño maría o en microondas, removiendo hasta que quede completamente liso. Deja que se enfríe.
05 -
Deja que el pastel repose 10 minutos en el molde, sácalo y espera a que esté totalmente frío en una rejilla.
06 -
Vierte la mezcla en el molde preparado. Lleva al horno durante unos 55 a 65 minutos, o hasta que metas un palillo y salga limpio.
07 -
Añade las frambuesas frescas y los trozos o chispas de chocolate blanco al batido. Hazlo suavemente para que la fruta no se deshaga.
08 -
Incorpora la harina con levadura y los huevos al batido. Bate hasta que quede todo bien mezclado y uniforme.
09 -
Bate la mantequilla sin sal con el azúcar fina usando un batidor eléctrico o una máquina de pie hasta que veas que se pone claro y aireado.
10 -
Pon papel vegetal en un molde de 2 litros. Pon el horno a calentar a 180°C (o 160°C si es de ventilador).
11 -
Pon frambuesas frescas, un poco de frambuesa liofilizada y unas chispas más de chocolate blanco por encima.