01 -
Saca la sartén del fuego y echa la salsa sobre tu pasta recién hecha de inmediato.
02 -
Agrega poquito a poco el parmesano rallado y sigue mezclando hasta que no queden grumos y tengas una textura cremosa.
03 -
Mézclalo con un poco de sal y pimienta negra al gusto, removiendo bien para que se reparta el sabor.
04 -
Vierte la nata líquida y mantén la mezcla a fuego bajo mientras remueves sin parar.
05 -
Ahora añade el ajo picado a la mantequilla derretida y saltéalo uno o dos minutos, hasta que empiece a oler rico y no se te pegue.
06 -
Pon una cacerola mediana al fuego medio y deja que la mantequilla se derrita por completo.