01 -
Pon el horno a 220°C. Toma una bandeja y cúbrela con papel aluminio. Encima pon una rejilla y échale un poco de spray antiadherente.
02 -
En un cuenco grande pon la sal, pimienta negra, aceite de oliva y el polvo de hornear. Echa las alitas y revuélvelas bien hasta que queden todas cubiertas.
03 -
Coloca las alitas cubiertas sobre la rejilla en una sola capa. Deja espacio entre cada una para que se cocinen bien.
04 -
Mete la bandeja al horno caliente durante 45 a 50 minutos. Dales la vuelta a mitad de tiempo para que queden doradas y crujientes.
05 -
En otro bowl, mezcla bien el condimento limón-pimienta, el ajo y la cebolla en polvo con la mantequilla ya derretida.
06 -
Deja que las alitas cocidas se enfríen un poco. Luego échalas en otro bowl y cúbrelas con la salsa de limón y mantequilla. Mezcla hasta que estén bien impregnadas.
07 -
Pásalas otra vez a la rejilla unos minutos para que suelten el extra de mantequilla.
08 -
Pon las alitas en una bandeja. Si quieres, échales un poco de perejil fresco picado por encima y acompaña con aderezo ranch.