Linguini Pollo con Mantequilla (Impresión)

Pasta cremosa con trozos jugosos de pollo, ajo aromático y limón fresco, preparada en apenas 30 minutos para una comida llena de sabor.

# Ingredientes:

→ Proteínas

01 - 3 pechugas de pollo sin hueso ni piel (aproximadamente 700g), cortadas en cubos

→ Pasta

02 - 225g de linguine

→ Lácteos

03 - 4 cucharadas de mantequilla sin sal
04 - 250ml de nata para cocinar

→ Aromas y Condimentos

05 - 4 dientes de ajo fresco, picados
06 - 2 cucharadas de perejil fresco, picado
07 - Zumo de 1 limón
08 - 1 cucharadita de pimentón ahumado
09 - Sal y pimienta al gusto

→ Líquidos

10 - 250ml de caldo de pollo bajo en sodio

# Instrucciones:

01 - Pica el ajo, corta las pechugas en cubitos y trocea el perejil fresco. Ten todos los ingredientes medidos y listos antes de empezar.
02 - Pon a hervir agua con sal en una olla grande. Cocina el linguine según las instrucciones del paquete hasta que esté al dente. Antes de escurrir, guarda 60ml del agua de cocción.
03 - Sazona los cubos de pollo con sal y pimienta. Derrite la mantequilla en una sartén grande a fuego medio. Añade el pollo y cocínalo hasta que esté dorado por todos lados, unos 5-7 minutos.
04 - Agrega el ajo picado y el pimentón ahumado a la sartén con el pollo. Saltea durante 30-60 segundos hasta que desprendan aroma, con cuidado de no quemar el ajo.
05 - Vierte el caldo de pollo y la nata, mezclando bien. Usa una cuchara de madera para rascar cualquier trocito dorado del fondo de la sartén. Deja que hierva suavemente hasta que la salsa espese un poco, aproximadamente 3-5 minutos.
06 - Añade el linguine escurrido a la sartén, revolviendo para que se impregne con la salsa. Si es necesario, agrega el agua de pasta reservada, una cucharada a la vez, hasta lograr la consistencia deseada. Finaliza con el perejil picado y el zumo de limón, mezclando bien.

# Notas:

01 - Para darle más sabor, puedes cambiar el pollo por gambas o agregar verduras como pimientos o espinacas.
02 - Guarda las sobras en un recipiente hermético en la nevera hasta tres días; recalienta suavemente en la cocina.