01 -
Mezcla la miel, salsa picante y hojuelas de chile en un recipiente. Caliéntalo en microondas por 20 segundos o en estufa hasta que apenas hierva. Revuelve y déjalo enfriar para que los sabores se mezclen bien.
02 -
Corta las pechugas horizontalmente por el centro para lograr 4 filetes del mismo tamaño. En un tazón pequeño, combina pimentón, sal, polvo de cebolla, polvo de ajo, orégano, pimienta negra y cayena.
03 -
Dispón 3 platos hondos grandes: el primero con harina y mitad de las especias, el segundo con huevos batidos, y el tercero con panko mezclado con el resto de las especias. Coloca una bandeja grande al final.
04 -
Pasa cada trozo de pollo primero por la mezcla de harina, luego por el huevo y finalmente por el panko, asegurándote que queden bien cubiertos. Colócalos en la bandeja preparada.
05 -
Calienta suficiente aceite para cubrir el fondo de un sartén grande a fuego medio-alto. Cuando esté lo bastante caliente que una miga chisporrotee rápidamente, agrega con cuidado el pollo (por tandas si es necesario). Fríe 3-4 minutos por lado hasta que estén dorados y crujientes, con el pollo bien cocido. Transfiérelos a una rejilla.
06 -
Esparce el queso feta desmenuzado sobre los trozos de pollo, cubriendo la mayor superficie posible. Ponlos bajo un grill/asador alto hasta que el feta se dore, se ablande y quede ligeramente crujiente por encima.
07 -
Rocía la miel picante sobre el pollo según tu gusto y sírvelo inmediatamente. Guarda cualquier sobra de miel en un envase cerrado en la nevera.