01 -
Mete la pechuga de pollo al congelador por 30-45 minutos para que se endurezca y sea más fácil cortarla.
02 -
Calienta el horno a 200°C. Unta mantequilla en el interior de los bollos, espolvorea con ajo en polvo y acomódalos en una bandeja para hornear en una sola capa.
03 -
Saca el pollo del congelador y córtalo lo más finito que puedas, luego pícalo en trozos pequeños (de 0.5 a 1 cm). Sazona con ajo en polvo y sal.
04 -
Calienta un sartén grande a fuego medio-alto. Derrite 2 cucharadas de mantequilla, luego agrega la cebolla y los jalapeños. Cocínalos por 7-8 minutos hasta que la cebolla esté suave y un poco transparente. Pásalos a un tazón, tápalos y déjalos a un lado.
05 -
Hornea los bollos preparados por 5 minutos hasta que estén ligeramente dorados.
06 -
Echa el pollo sazonado al sartén caliente, sube el fuego a alto, y cocina por 5 minutos, moviendo de vez en cuando, hasta que esté un poco dorado y bien cocido.
07 -
Baja el fuego a medio, agrega otra cucharada de mantequilla al sartén y cocina hasta que se derrita. Vierte la salsa Frank's RedHot y revuelve hasta que el pollo esté bien cubierto.
08 -
Pon las rebanadas de queso Provolone encima del pollo y cocina hasta que se derritan.
09 -
Usa una espátula para pasar la mezcla de pollo con queso a los bollos calientes. Pon encima la mezcla de cebolla y jalapeño que guardaste.