01 -
Coloca un sartén amplio en fuego medio y agrega el aceite de oliva.
02 -
Mientras el sartén se calienta, coloca sal, pimienta y albahaca seca en ambos lados de las pechugas de pollo.
03 -
Cocina las pechugas en el sartén, alrededor de 5-6 minutos por lado, hasta que estén doraditas y completamente cocidas.
04 -
Saca las pechugas del sartén, pásalas a una tabla de cortar y déjalas descansar un momento.
05 -
Corta las pechugas en tiras delgadas y resérvalas.
06 -
Usando el mismo sartén, echa el ajo picado y revuélvelo por un minuto hasta que desprenda su aroma.
07 -
Vierte el caldo de pollo en el sartén y hierve a fuego lento, frotando los bordes del sartén para despegar lo dorado.
08 -
Añade la crema espesa al sartén y mezcla bien, dejando que hierva ligeramente por 2-3 minutos, mientras espesa un poco.
09 -
Hierve la pasta penne en una olla grande con agua salada siguiendo el tiempo del empaque, generalmente entre 8-10 minutos.
10 -
Quita el exceso de agua de la pasta, reservando medio vaso de agua de cocción, y aparta.
11 -
Baja el fuego del sartén y mezcla los quesos mozzarella y parmesano hasta que se derritan bien con la salsa.
12 -
Mezcla la pasta cocida con la salsa, asegurándote de cubrirla por completo.
13 -
Si ves que la salsa está demasiado espesa, pon un poco del agua reservada de la pasta hasta que alcance la textura que quieras.
14 -
Agrega las tiras de pollo y sazónalo con sal, pimienta y las hojuelas de pimiento rojo. Mezcla para integrar todo.
15 -
Cuando todo esté bien caliente y mezclado, apaga el fuego y decora con el perejil fresco antes de llevar a la mesa.