01 -
Sácalos del fuego. Disfrútalos calientes así solos, o con un poco de helado, crema batida o hasta con panqueques.
02 -
Vierte la vainilla sobre los duraznos y revuelve despacio para que el sabor se mezcle bien.
03 -
Pon los pedazos de durazno en la sartén con cuidado. Dora durante unos 5 minutos, dándoles vueltas de vez en cuando, hasta que estén suaves y empiecen a soltar su dulzura.
04 -
Agrega el azúcar moreno y la canela en polvo a la mantequilla derretida, removiendo hasta que todo se vea como una mezcla homogénea.
05 -
Pon una sartén grande en la estufa a temperatura media. Echa la mantequilla y espera a que se derrita bien.
06 -
Lava los duraznos, quítales la semilla, córtalos por la mitad y luego en cuartos.