
Esta cazuela de desayuno con espinacas y champiñones se ha convertido en mi salvadora para la preparación de comidas del fin de semana, librándome de desayunos aburridos entre semana mientras me aporta una nutrición increíble. Los champiñones terrosos y las vibrantes espinacas crean una base llena de vegetales que combina maravillosamente con el cremoso queso de cabra y los huevos esponjosos.
Hice esta cazuela por primera vez cuando organizé un brunch para mis suegros, y fue tan popular que ahora me la piden en cada reunión familiar. Su belleza está en su sencillez y en cómo me permite empezar mis mañanas con una comida llena de vegetales.
Ingredientes
- Champiñones portobello: dan una textura carnosa y sabor terroso pero los champiñones blancos también funcionan si es lo que tienes disponible
- Espinacas frescas: dan color vibrante y nutrición busca hojas crujientes y brillantes sin partes amarillentas
- Queso de cabra: aporta una cremosidad ácida que eleva este plato más allá de las tortillas básicas elige una variedad suave para mejor fusión
- Cebolletas: añaden un sabor suave a cebolla sin dominar el plato escoge las que tengan partes blancas firmes y puntas verdes brillantes
- Huevos grandes: crean la base rica en proteínas busca huevos de gallinas camperas para mejor sabor y nutrición
- Ajo: infunde profundidad aromática a las verduras los dientes frescos darán más sabor que las variedades pretrituradas
- Leche: ayuda a crear una textura esponjosa la leche entera da mejor riqueza pero cualquier leche sirve
- Aceite de oliva: para saltear el extra virgen añade un ligero impulso de sabor pero el normal también va bien
Instrucciones paso a paso
- Prepara tu molde:
- Engrasa bien un molde para horno de 9x13 pulgadas asegurándote de cubrir todas las esquinas y lados. Este paso crucial evita que se pegue, lo que puede arruinar la presentación y dificultar la limpieza. Mientras el horno se calienta a 350°F, reúne y prepara todos tus ingredientes para que el proceso sea fluido.
- Saltea las verduras:
- Calienta aceite en una sartén grande a fuego alto hasta que brille ligeramente. Añade los champiñones en capa única si es posible para que se doren bien y desarrollen más sabor. Después de unos 3 minutos deberían soltar su humedad y ablandarse. Esta base de champiñones crea el fundamento sabroso para toda la cazuela.
- Marchita las espinacas:
- Añade espinacas y ajo picado a los champiñones mirando cómo el calor transforma las espinacas de hojas voluminosas a una mezcla compacta. Sigue cocinando por 3 minutos removiendo de vez en cuando. Sazona con sal y pimienta en esta etapa para infundir las verduras con sabor desde el principio en vez de solo sazonar la mezcla de huevos.
- Coloca los ingredientes base:
- Transfiere tu mezcla de verduras cocinadas al molde preparado extendiéndola en una capa uniforme para asegurar sabor consistente en cada bocado. Esparce las cebolletas de manera uniforme por encima añadiendo toques de color y sabor suave a cebolla. Desmenuza la mitad del queso de cabra por encima para crear bolsas de cremosidad ácida por toda la cazuela.
- Prepara y añade la mezcla de huevo:
- En un bol grande bate con fuerza los huevos y la leche hasta que estén completamente mezclados sin rastros de clara visible. Sazona con sal y pimienta recordando que unos huevos bien sazonados marcan la diferencia. Vierte esta mezcla lentamente sobre la capa de verduras y queso para que rellene todos los espacios. Termina desmenuzando el queso de cabra restante por encima para crear hermosos puntos dorados al hornear.
- Hornea a la perfección:
- Coloca la cazuela en el horno precalentado y hornea entre 30 y 40 minutos hasta que los bordes se doren ligeramente y el centro cuaje por completo. La cazuela debería temblar un poco en el centro pero no parecer húmeda o líquida. Si la parte superior se dora demasiado rápido antes de que el centro cuaje, cúbrela con papel aluminio para el tiempo restante.
- Reposa y sirve:
- Saca la cazuela terminada del horno y déjala reposar al menos 5 minutos para que los huevos cuajen completamente y puedas cortar porciones más limpias. Espolvorea con cebollino fresco picado para dar un toque de color y sabor suave a cebolla. Corta en cuadrados y sirve mientras está caliente para apreciar las capas de verduras, huevos y queso.

El queso de cabra en esta receta transforma una tortilla común en algo especial. Descubrí su magia cuando me quedé sin cheddar una mañana y tuve que improvisar. La cremosidad ácida crea unos bolsillos deliciosos por toda la cazuela que explotan de sabor con cada bocado. Mi hija, que decía odiar el queso de cabra, ahora pide esta cazuela específicamente por el elemento del queso.
Soluciones de almacenamiento
Esta cazuela es perfecta como opción para preparar comidas. Después de enfriar completamente, córtala en porciones individuales y guárdalas en recipientes herméticos en la nevera donde se mantendrán perfectamente hasta 4 días. Para desayunos rápidos entre semana, calienta una porción en el microondas durante 60 a 90 segundos o hasta que esté caliente. También puedes congelar porciones hasta 3 meses - envuelve las rebanadas individuales firmemente en film plástico y luego en papel aluminio para evitar quemaduras de congelador. Descongela durante la noche en la nevera antes de recalentar para mejores resultados.
Opciones de personalización
Esta receta sirve como una plantilla fantástica que acepta infinitas variaciones. Reemplaza los champiñones con pimientos, batatas asadas o espárragos según la temporada. Cambia espinacas por kale, acelgas o rúcula, ajustando el tiempo de cocción según sea necesario para verduras más duras. El queso de cabra puede sustituirse por feta para un sabor más intenso, queso crema para más riqueza o una alternativa sin lácteos para adaptarse a restricciones dietéticas. Incluso puedes añadir proteínas como bacon cocinado, salchicha o jamón en daditos mezclados con las verduras para una versión más contundente.
Sugerencias para servir
Aunque es deliciosa por sí sola, esta cazuela combina maravillosamente con guarniciones sencillas para crear una comida completa. Sírvela con rodajas de aguacate y fruta fresca para un plato de desayuno nutritivo o junto a una ensalada crujiente para el almuerzo. Para brunch, complémenta con patatas asadas, pan de masa madre crujiente y un simple bol de frutos rojos. Si la sirves para la cena, añade una sopa sustanciosa y hojas verdes con vinagreta. Una cucharada de salsa o picante por encima proporciona un bienvenido toque de sabor para quienes disfrutan de un poco de calor.

Beneficios nutricionales
Esta cazuela ofrece un valor nutricional extraordinario más allá de su comodidad. Los huevos aportan proteína completa con todos los aminoácidos esenciales, mientras que los champiñones ofrecen selenio, vitamina D y vitaminas B. Las espinacas contribuyen con hierro, calcio y vitaminas A y K, haciendo de este plato una comida verdaderamente rica en nutrientes. La modesta cantidad de queso de cabra añade calcio y proteínas sin excesivas calorías de grasa. Para quienes controlan macros, esta receta proporciona un excelente equilibrio de proteínas, grasas saludables y carbohidratos moderados, haciéndola adecuada para varios planes alimenticios incluyendo keto y enfoques bajos en carbohidratos.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Puedo preparar esta cazuela la noche anterior?
¡Claro! Puedes cortar todas las verduras y armar la cazuela la noche antes. Tápala bien con plástico y guárdala en la nevera. Por la mañana, sácala mientras precalientas el horno, luego hornea como dice la receta, añadiendo unos 5-10 minutos al tiempo ya que estará fría.
- → ¿Con qué puedo reemplazar el queso de cabra?
Si no te gusta el queso de cabra, puedes usar feta para un sabor parecido, o queso crema para algo más suave. Queso cheddar rallado, mozzarella o emmental también quedan muy ricos y dan perfiles de sabor distintos.
- → ¿Cuánto tiempo dura esta cazuela en la nevera?
La cazuela se mantiene bien en la nevera hasta 4 días guardada en un recipiente hermético. Las porciones individuales pueden calentarse en microondas por 60-90 segundos o en horno a 175°C hasta que estén calientes.
- → ¿Se puede congelar esta cazuela?
Sí, esta cazuela se congela muy bien. Déjala enfriar completamente, córtala en porciones y envuélvelas bien en plástico y luego papel aluminio o guárdalas en recipientes aptos para congelador. Congela hasta por 3 meses. Descongela en la nevera la noche anterior antes de recalentar.
- → ¿Qué otras verduras quedarían bien en esta cazuela?
Esta cazuela es muy versátil y va bien con muchas verduras. Prueba con pimientos, calabacín, brócoli o espárragos. Solo asegúrate de saltear las verduras más duras hasta que estén tiernas antes de añadirlas para que se cocinen bien.
- → ¿Esta cazuela es libre de gluten?
Sí, esta cazuela de desayuno es naturalmente sin gluten tal como está escrita, haciéndola perfecta para personas con sensibilidad al gluten o enfermedad celíaca. Solo revisa cualquier ingrediente adicional como el spray para cocinar por gluten oculto.