
Esta fresca ensalada de pasta al estilo italiano siempre me saca de apuros cuando hace calor y tengo una comida con amigos. Lleva un montón de verduras crujientes y un aderezo vibrante que une todo de maravilla. La puedes preparar antes sin problema y la ajustas a tu antojo, cambiando vegetales o agregando pollo a la plancha o garbanzos si quieres más proteína. Sírvela bien fría, directo de la nevera, y verás cómo todos quedan encantados.
La primera vez que la preparé fue para un cumple en el jardín y desapareció rapidísimo entre la gente. Desde entonces, mis amigos ya ni me piden otra cosa cuando hay juntada.
Ingredientes jugosos
- Rotini: Busca una pasta con cuerpo como rotini, ya que sus espirales atrapan el aderezo y los trocitos de verdura. Elige una marca que quede firme al cocerla, así no se vuelve pastosa.
- Tomates cherry: Mejor si están bien rojos y dulces, así aportan sabor y color. Fíjate que estén lisos y brillantes.
- Pepino: Si puedes, compra pepino sin semillas para que quede más crujiente. Los pepinos persas o ingleses quedan tops.
- Cebolla morada: Da un punto picante suave y queda muy vistosa. Elige una bien dura, sin zonas blandas.
- Pimientos de distintos colores: Los rojos, naranjas o amarillos dan dulzor y hacen que la ensalada se vea alegre. Más pesados y brillantes, más frescos.
- Aceitunas: Pueden ser verdes o negras, pero mejor sin hueso para no perder tiempo. Dan ese toque salado buenísimo.
- Queso feta: Desmorona feta sobre el final para que quede cremoso y un poco ácido. Si compras un bloque y lo desmenuzas en casa, se nota la diferencia.
- Aceite de oliva virgen extra: El aderezo sale mucho mejor si usas un aceite sabroso. Busca uno frutado para destacar el sabor.
- Vinagre balsámico: Da acidez y un puntito dulce. Si tienes uno añejado, quedará más suave.
- Orégano seco: Aporta perfume y ese típico matiz Mediterráneo. El orégano griego da un aroma muy potente.
- Sal y pimienta: Que no falte sal y pimienta recién molida para realzar todo. Da un golpe de sabor esencial.
Práctico paso a paso
- Enfría la pasta:
- Mete abundante agua en una olla grande, échale sal generoso para que la pasta agarre sabor. Cuando hierva a tope, agrega el rotini. Remueve para que no se peguen y deja cocer hasta que esté al dente, unos ocho o diez minutos. Escúrrela y aclárala bien con agua fría para cortar la cocción y que no quede pasada. Así se mantiene firme en la ensalada.
- Corta los vegetales:
- Mientras la pasta se enfría, parte los tomates cherry por la mitad y trocea pepino, cebolla y pimientos en cubos pequeños. Si las aceitunas vienen enteras, córtalas también. Así en cada bocado hay de todo y la ensalada se ve chula y pareja.
- Prepara el aderezo:
- Monta aceite de oliva y vinagre balsámico en un bol pequeño y bate hasta que tome consistencia. Agrega después el orégano, sal y pimienta y mezcla bien otra vez. Hay que batirlo bien para que el aderezo se reparta por igual.
- Mezcla los ingredientes:
- En una fuente bien grande, pon la pasta fría, los vegetales picados y las aceitunas. Vierte el aderezo por encima y mezcla despacio usando cucharas grandes para no romper nada.
- Pon el queso y lleva al frío:
- Desmorona feta sobre la ensalada, tapa y mete en la nevera. Deja que repose mínimo una hora para que los sabores se unan. Te aseguro que bien fría es como mejor está porque el aderezo penetra en todo.

Para mí, el feta es el alma de este plato. Es salado, tiene ese punto ácido apetitoso y realza cada bocado. En casa, si hay extra feta, dura poquísimo—algún primo hasta pedía que pusiera el doble cuando venía.
Guardar como un campeón
Va perfecto en un tupper y aguanta tres días sin problema en la nevera. Si la ves un poco seca al sacar, échale un chorrito más de aceite de oliva y mezcla rápido. No pongas el extra feta hasta el momento de servir si quieres que el queso se mantenga firme y no se empape.
Cambios de ingredientes
¿Quieres un giro diferente? Añade alcachofas marinadas o corazones de palmito para un aire más mediterráneo. Si no tienes orégano fresco, el seco funciona ok en el aderezo, o cambia por condimento italiano para variar. Puedes poner bolitas de mozzarella en vez de feta si buscas un sabor más suave, o cambia a aceitunas Kalamata para más intensidad. Pasta sin gluten y feta vegano son opciones para quienes lo necesitan.
Formas de servirlo
Sirve sobre rúcula si te apetece más verde, o reparte en vasitos para llevar si necesitas comida rápida. Si quieres que sea más completo, añade garbanzos, pollo a la parrilla o incluso atún de lata. También es una guarnición increíble para brochetas al grill o salmón al horno.

Historia y trasfondo
Estas mezclas de pasta fría con verdura y aliño vinagreta se inventaron en Estados Unidos, aunque se inspiran en sabores del Mediterráneo. Tuvieron su boom en los picnic y los eventos de iglesia allá por los 80s. Son súper flexibles y siempre lucen cuando sube la temperatura.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Cómo puedo agregar proteína a esta ensalada de pasta?
Puedes ponerle garbanzos cocidos, pollo a la parrilla o incluso taquitos de salami antes de mezclar con el aderezo.
- → ¿Qué tipo de pasta funciona mejor?
El rotini queda súper bien porque atrapa todo, pero penne o farfalle también son geniales para que no se escape nada de sabor.
- → ¿Se puede dejar preparada con antelación?
Sí, arma todo y guárdala al menos una hora en la nevera para que los sabores se mezclen. La puedes mantener tapada en el refrigerador hasta dos días.
- → ¿Qué verduras puedo usar de reemplazo?
Anímate a probar corazones de alcachofa, calabacín o unas hojas tiernas de espinaca según lo que tengas a mano o esté de temporada.
- → ¿Hay manera de hacerla sin lácteos?
Sólo sáltate el feta o busca algún queso vegetal y así te queda totalmente libre de lácteos.
- → ¿Cómo evito que la pasta se pegue?
Cuando la cueles, pásala por agua fría y échale un chorrito de aceite de oliva, así no se pega nada.