
Este cheesecake de calabaza y keto es mi forma preferida de disfrutar lo rico del otoño sin acabar empalagado de azúcar. Si te encantan los postres cremosos con ese combo de calabaza especiada y relleno suave sobre una base de almendra y mantequilla, este va directo a tu lista de favoritos para reuniones o noches tranquilas en casa. Es tan rico que nadie va a pensar que es bajo en carbohidratos.
La primera vez que lo preparé fue un Día de Acción de Gracias. Desde entonces mis amigos que no hacen keto igual siempre me piden que lo lleve. Les encanta que se puede disfrutar de algo suave y cremoso ¡sin la bajona de azúcar!
Deliciosos Ingredientes
- Harina de almendra: Da sabor suave de nuez y una base delicada. Si puedes, usa la blanqueada para que todo quede más suave
- Mantequilla sin sal: Para que la base se derrita en la boca. Si tienes de buena calidad mejor
- Eritritol granuloso: Lo que endulza sin remordimiento. Busca una marca que no deje gusto raro
- Queso crema: Es lo principal de cualquier cheesecake. Sácalo antes para que esté bien blandito y se mezcle mejor
- Puré de calabaza: Le da ese sabor otoñal profundo y hace todo más húmedo. Usa solo la calabaza verdadera, nada de mezcla para pastel
- Huevos grandes: Son lo que une todo y le da cuerpo. Mientras más frescos, mejor sube
- Canela y nuez moscada: Juntas dan ese toque cálido y especiado. Si puedes, que sean recién molidas porque se nota mucho el aroma
Fáciles Pasos
- Arma la base:
- Pon la harina de almendra, parte del eritritol y mantequilla derretida en un bol. Mezcla bien hasta que todo se moje de mantequilla. Presiona la masa en el fondo de un molde con base desmontable ya engrasado y deja que suba un poquito en las orillas
- Hornea la base:
- Llévala al horno a 180 grados y espera unos 10 minutos. Tienes que fijarte que empiece a dorar apenas en las orillas. Deja que enfríe por completo antes de poner el relleno
- Prepara el relleno:
- En un bol grande bate el queso crema ya blando con el resto del eritritol hasta tener una crema lisa (sin grumos, ¡esto es clave!). Agrega la calabaza y luego los huevos, uno por uno. Ve mezclando bien entre cada huevo. Al final, suma la canela y la nuez moscada y asegúrate que todo se junte bien
- Rellena el molde:
- Vierte la mezcla sobre la base ya fría. Dale unos golpecitos suaves al molde para sacar burbujas. Si quieres, mete un cuchillo por la mezcla para quitar el aire
- Hornea el cheesecake:
- Mete el molde en el horno y deja que se haga de 45 a 50 minutos. El centro debe verse fijo pero aún moverse un poquito si lo mueves. Si lo dejas demasiado se va lo cremoso
- Deja enfriar despacio:
- Cuando esté listo, apaga el horno y deja ahí adentro el cheesecake otro rato (una hora está perfecto). Así no se raja
- Enfría antes de cortar:
- Sácalo, deja que tome temperatura ambiente y después mételo al refri por al menos cuatro horas (mejor todavía si lo dejas toda la noche). Así las rebanadas quedan perfectas

Lo que más me gusta es la base. Ese sabor de almendra con mantequilla me recuerda a las galletas de nuez de mi abuela y ahora, cada otoño, pienso en ella cuando la estoy acomodando en el molde. El año pasado hasta mi sobrinita ayudó a medir las especias, así ya es tradición familiar de fin de año.
Consejos de Guardado
Si lo tapas bien el cheesecake aguanta en el refri hasta cinco días. Me gusta guardar porciones ya listas en tuppers para agarrar uno cuando quiera dulce. Si prefieres guardarlo más tiempo, envuélvelo bien y congela hasta por dos meses. Déjalo descongelar en el refri durante la noche antes de comer.
Cambios de Ingredientes
No te gusta la harina de almendra No pasa nada: prueba con harina fina de nuez pecana para un sabor más tostadito. En vez de mantequilla puedes usar aceite de coco si te gusta el toque coco. Usa el endulzante que prefieras siempre que se mida como azúcar. Y si quieres más sabor de especia échale una buena pizca de jengibre molido.
Formas de Servirlo
Sírvelo frío con crema batida o con un poquito de canela arriba. Me gusta adornarlo con nueces tostadas o polvo de cacao si quieres que se vea festivo. Para reuniones córtalo en cuadritos chicos y haz bocaditos de cheesecake.

Contexto Cultural
El cheesecake viene de la repostería europea de antaño, pero esta versión celebra el amor americano por los postres de calabaza especiados. Con harina de almendra y endulzantes keto se hace más moderno y todos pueden disfrutarlo aunque eviten los carbos, sin perder lo tradicional.
Preguntas y respuestas sobre la receta
- → ¿Se puede usar calabaza enlatada aquí?
Sí, el puré de calabaza de lata está perfecto. Sólo asegúrate que no tenga azúcar añadida ni sea relleno para pie.
- → ¿Qué endulzante le va mejor al cheesecake keto?
El eritritol granulada es ideal. Mantiene sabor y textura, y sigue siendo bajo en carbohidratos.
- → ¿Cómo evito que se agriete arriba el cheesecake?
Hornea despacio y deja que enfríe adentro del horno antes de sacarlo. Así casi no se agrieta.
- → ¿Puedo prepararlo con anticipación?
Claro, de hecho es más rico después de varias horas en la nevera o hasta el día siguiente.
- → ¿Es necesario usar harina de almendra en la base?
La harina de almendra da ese sabor rico y menos carbohidratos, pero puedes probar con otra harina de nuez si prefieres. El resultado cambia un poco.
- → ¿Cómo guardo la tarta de queso?
Manténla en el refri, tapada. Dura fresca, sellada, cinco días sin problema.