01 -
Lleva las frambuesas a la licuadora o procesador de alimentos y hazlas puré hasta que estén bien suaves. Si quieres quitar las semillas, pasa el puré por un colador de metal. Pon el puré sin semillas en una olla a fuego bajo-medio y remueve ocasionalmente hasta que espese y se reduzca a 1/4–1/3 de taza, unos 15-20 minutos. Deja enfriar completamente.
02 -
Enciende el horno a 325°F (160°C) y prepara un molde para horno de 23x33 cm (9x13 pulgadas) con papel para hornear, dejando un poco que sobresalga para facilitar al final. Mezcla en un bol la harina, azúcar, maicena y sal. Añade la mantequilla derretida y mezcla hasta formar una masa espesa. Extiende la masa en el molde preparado, creando un pequeño borde en los lados. Hornea por 20-25 minutos hasta que la superficie esté firme y ligeramente dorada. Saca del horno y pincha suavemente con un tenedor sin atravesar por completo.
03 -
Combina azúcar y maicena en un bol grande, batiendo bien para eliminar grumos. Añade los huevos y bate hasta que la mezcla sea uniforme. Incorpora el puré de frambuesa enfriado y el jugo de limón. La mezcla quedará líquida. Vierte sobre la base de mantequilla previamente horneada.
04 -
Hornea a 325°F (160°C) durante 20-25 minutos, o hasta que la parte superior esté firme. Deja enfriar en el molde al menos 1 hora a temperatura ambiente, y después refrigera durante 2 horas como mínimo.
05 -
Usa el papel para hornear para sacar las barras del molde. Corta con un cuchillo afilado, limpiándolo entre cortes para obtener bordes limpios. Guarda las barras en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 5 días.