01 -
Coloca la carne sellada en una olla de cocción lenta. Espolvorea el caldo en polvo y vierte la salsa roja encima. Tápala y cocina a fuego bajo durante 10 horas, hasta que esté tan suave que se deshebre fácilmente.
02 -
Lleva la carne ya cocida a un plato. Con la ayuda de dos tenedores, deshebra la carne completamente. Regresa la carne deshebrada al jugo en la olla de cocción lenta y combínala bien.
03 -
Calienta el aceite en una sartén grande de hierro fundido a fuego medio-alto. Una vez caliente, coloca la carne y dóralo por cada lado durante 3-5 minutos, hasta obtener un bonito color dorado.
04 -
Calienta una sartén a fuego medio-alto. Unta un lado de cada rebanada de pan con la mantequilla.
05 -
Coloca las rebanadas de pan con el lado de la mantequilla hacia abajo en la sartén. Agrega encima ½ taza de carne deshebrada, una cucharada de cebolla picada, ¼ de taza de queso fresco, ¼ de taza de mozzarella y un poco de cilantro. Tapa con otra rebanada de pan con mantequilla hacia arriba.
06 -
Baja el fuego a medio-bajo y cocina de 5-7 minutos hasta que estén dorados. Voltea cuidadosamente cada sándwich y cocina otros 5-7 minutos hasta que estén crujientes y el queso se derrita por completo. Retira con una espátula y sirve caliente.
07 -
Sirve los sándwiches con un poco de los jugos de la cocción en un bol pequeño para sumergirlo. Es la forma clásica de disfrutarlos.