01 -
Pon los trozos de durazno, las frambuesas y el agua en una licuadora o procesador de alimentos. Procesa todo hasta obtener un puré suave.
02 -
Coloca un colador sobre un recipiente grande. Vierte el puré de durazno y frambuesa en el colador. Presiona con una cuchara grande para pasar el líquido y dejar atrás semillas y piel.
03 -
Tira las semillas y piel que quedaron en el colador. Reserva el líquido colado en el recipiente grande.
04 -
Mezcla agua y azúcar en una cacerola pequeña. Hierve a fuego medio mientras revuelves hasta que el azúcar se disuelva y el líquido esté ligeramente espeso (unos 3 minutos). Deja enfriar un poco.
05 -
Combina el agua fría, el jugo de limón fresco y los cubos de hielo en una jarra grande. Añade el jarabe simple enfriado y el líquido colado de frutas. Mezcla todo muy bien.
06 -
Guarda la limonada cubierta en el refrigerador hasta que esté lista para servir. Sirve bien fría con adornos opcionales como frambuesas, rebanadas de durazno y ramas de menta.