01 -
Espera unos 10 minutos antes de cortarla, así no se te desarmará. Disfruta mientras sigue tibia.
02 -
Cúbrela con papel aluminio y mete al horno por 25 minutos. Después, quita el papel y deja otros 10 a 15 minutos hasta que la parte de arriba esté dorada y burbujeante.
03 -
Pon una capa finita de salsa de carne en la base del molde (23×33 cm). Acomoda 3 placas de lasaña encima, luego una parte del queso ricotta mezclado, encima algo de salsa de carne, seguido de mozzarella rallada. Repite el proceso hasta tener tres capas. Termina cubriéndolo todo con el resto de la salsa y echa el parmesano por arriba.
04 -
En un bowl, mezcla ricotta y huevo. Echa solo un poco de sal y pimienta si quieres, mezcla hasta que quede sin grumos.
05 -
Añade la carne molida a la sartén, echa sal y pimienta, y cocina hasta que se dore bien. Saca el exceso de grasa si queda.
06 -
Vierte el aceite de oliva en una sartén grande y pon a fuego medio. Cocina la cebolla picada hasta que se vuelva transparente, unos 3 minutos. Echa el ajo picadito y sigue cocinando un minuto más.
07 -
Pon el horno a calentar a 180°C. Si usas placas normales, hiérvelas en agua con sal según las indicaciones del paquete, escúrrelas y deja que enfríen.
08 -
Pon la salsa marinara, orégano y albahaca en la sartén. Mezcla y deja que hierva suave de 5 a 7 minutos para que tome buen sabor.