01 -
Pon a calentar el horno a 180ºC (355ºF) y ten lista una bandeja con papel de hornear.
02 -
Calienta la mantequilla en el microondas o a fuego bajo en una sartén pequeña hasta que se derrita, pero sin dejar que burbujee. Pásala a un bol grande y enfríala en la nevera unos 20 minutos.
03 -
Con una espátula o una batidora, mezcla el azúcar granulada y el azúcar moreno con la mantequilla ya enfriada durante un minuto en velocidad media.
04 -
Agrega el huevo y el extracto de vainilla, mezclándolos bien hasta que se incorporen por completo.
05 -
En otro bol, junta la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato, el café en polvo y la sal. Poco a poco, combina esta mezcla seca con los ingredientes húmedos hasta que esté apenas integrado.
06 -
Con una cuchara para galletas de 2 cucharadas, forma 11 bolas de masa. Redondea cada una con las manos y colócalas sobre una bandeja con papel de hornear. Refrigéralas durante 1 hora.
07 -
Coloca seis galletas por bandeja y hornea una bandeja por vez durante 10-11 minutos. Deja enfriar las galletas en la bandeja por 3 minutos y luego pásalas a una rejilla.
08 -
Utilizando una batidora eléctrica o de pedestal con el accesorio de varillas, mezcla el queso mascarpone, el azúcar glas, la vainilla, la miel y la crema de leche hasta que tengas picos firmes. Si no lo usas de inmediato, guárdalo en la nevera.
09 -
Llena una manga pastelera con boquilla Wilton 2A con la crema de mascarpone. Decora las galletas enfriadas haciendo un espiral. Antes de servir, espolvorea un poco de cacao en polvo por encima.