01 -
Corta o tritura un poco las fresas y mézclalas con 2 cucharadas de azúcar.
02 -
Ajusta el horno a 400°F. Cubre una bandeja mediana para hornear con papel para hornear o engrásala ligeramente.
03 -
En un recipiente mediano, combina la harina, el azúcar, el polvo para hornear y la sal.
04 -
Usa un tenedor o tus dedos para integrar la mantequilla hasta que la mezcla tenga una textura arenosa y mantenga su forma al presionarla.
05 -
Añade el suero de leche a la mezcla, removiendo suavemente hasta que todo esté humedecido. Si ves que está seco, agrega más suero de leche poco a poco, una cucharada por vez.
06 -
Con una medida de ⅓ de taza, coloca porciones de masa en la bandeja preparada, formando seis bizcochitos.
07 -
Hornéalos durante 18 minutos o hasta que la base esté doradita y la parte de arriba tenga color. Retira y deja enfriar un poco en una rejilla.
08 -
Parte cada bizcochito a la mitad de forma transversal con un cuchillo de sierra. Sirve en el momento, añadiendo las fresas ya preparadas y crema batida encima.