01 -
Mezcla en una olla grande el caldo de pollo, zumo de limón, zanahorias ralladas, cebolla picada, apio, concentrado de sopa y pimienta blanca. Llévalo a punto de ebullición a fuego alto. Cuando hierva, baja el fuego y déjalo cocer a fuego lento unos 15-20 minutos, hasta que las verduras estén blanditas.
02 -
En un cuenco pequeño, junta la margarina y la harina hasta lograr una pasta suave. Añádela poco a poco a la sopa mientras hierve. Sigue cocinando y removiendo de vez en cuando durante 8-10 minutos hasta que espese un poquito.
03 -
Bate las yemas en un bol aparte hasta que queden cremosas y claras. Agrega despacio un cucharón de sopa caliente a las yemas, batiendo sin parar para que no se cuajen. Vierte esta mezcla otra vez en la olla poquito a poco, sin dejar de remover, y calienta suavemente sin que llegue a hervir.
04 -
Echa el arroz cocinado y los trocitos de pollo a la olla. Cocina unos minutos más hasta que todo esté bien caliente.
05 -
Vierte la sopa en tazones y pon una rodaja de limón en cada uno para decorar.