01 -
En una sartén antiadherente, calienta algo de aceite a fuego medio y fríe el huevo volteándolo hacia arriba. Si lo prefieres más cocido, puedes echar un poco del mismo aceite caliente sobre las yemas. Usa menos o más aceite dependiendo de si buscas bordes crujientes o suaves.
02 -
Pon el huevo frito encima del arroz con mantequilla. Añade semillas de sésamo, aceite de sésamo, cebolla verde picada y algo de salsa de soya. Mezcla todo justo antes de comer. Puedes incorporar algunos de los extras opcionales si te agradan.
03 -
Lava 112 gramos (½ taza) de arroz crudo bajo agua fría hasta que se vea clara. Si usas una arrocera, sigue las instrucciones. Para cocinar en la estufa, déjalo en remojo por 20–30 minutos, llévalo a hervir a fuego medio, luego cocina a baja temperatura durante 12–14 minutos. Déjalo reposar cubierto por unos 10–12 minutos antes de esponjarlo.
04 -
Combina el arroz caliente ya hecho con algo de mantequilla. Revuelve bien y pásalo a un recipiente o plato grande. Si estás usando arroz del día anterior, caliéntalo en microondas por 2–3 minutos hasta que esté muy caliente.